
En la actualidad, el diseño arquitectónico de un inmueble se realiza buscando una serie de beneficios, entre los que destaca la reducción máxima posible en el consumo energético.
Si bien gracias a este tipo de diseño sostenible se puede conseguir que una vivienda consuma poco, lo cierto es que no se puede conseguir, actualmente, que no se produzca ningún consumo. Por ello, buscando no el menor consumo, sino un consumo sostenible y económico, la instalación de sistemas de energía renovable ha ido destacando en los diseños actuales de los inmuebles.
Energía renovable
Se denomina energía renovable a aquella que se obtiene de fuentes naturales que se suponen inagotables, bien porque están presentes en cantidades inmensas o bien porque su capacidad de regeneración es más rápida que que la vida del hombre.
Dentro de la energía renovable podemos encontrar dos diferentes, las no contaminantes o limpias y contaminantes. Dentro de las no contaminantes se incluyen las que se instalan a nivel doméstico.
No contaminantes:
- Energía solar
- Energía eólica
- Energía hidráulica
- Energía geotérmica
- Energía undimotriz
Las energías renovables no contaminantes poseen una serie de ventajas:
- No contaminan, por lo que se reducirán los niveles de contaminación nacional
- Su coste es cero, por lo que podremos bien reducir o bien librarnos de las facturas de energía
- A nivel doméstico se pueden utilizar para diferentes fines como producir electricidad, agua caliente sanitaria, climatización…
Como hemos visto, existen muchos tipos diferentes de energía renovable no contaminante. Sin embargo, a nivel doméstico solo están desarrolladas para su uso la energía solar, eólica o geotérmica.
Energía eólica
Los grandes molinos de viento que se encuentran por diferentes zonas de nuestro país se utilizan para generar electricidad para la Red Eléctrica Española. La potencia de estos aerogeneradores está relacionada con su uso, por ello, a nivel doméstico, se han desarrollado unos generadores más pequeños, denominados generadores de minieólica. Generalmente se instalan en viviendas aisladas donde no llega el suministro.
Su funcionamiento es correcto siempre que haya un viento de, al menos, dos metros por segundo. Sin embargo, para que se hable de rentabilidad, la velocidad debería estar en unos cuatro metros por segundo.
Los aerogeneradores transforman la energía motriz del viento en electricidad. Si la velocidad del viento es suficiente, podríamos alcanzar el autoconsumo, es decir, generar la totalidad de electricidad necesaria para el funcionamiento de la vivienda.
Este tipo de sistemas, por su poca rentabilidad a bajas velocidades, no es muy común, pero sí lo es la aerotermia. Gracias a estas bombas de calor se aprovecha el calor del aire para la producción de agua caliente, bien para uso sanitario o bien para climatizar la vivienda. Pese a que usan electricidad para el funcionamiento del motor, solo usan un 30% en comparación con los sistemas tradicionales, por lo que se les considera sistemas de energía renovable.
Energía solar
Es la que obtenemos del sol gracias a diferentes tipos de paneles solares. Se puede usar bien para producir electricidad (fotovoltaica) o bien se puede aprovechar el calor de la radiación solar para calentar agua (térmica).
En el diseño de los edificios de obra nueva es obligatorio la instalación de paneles solares (u otro tipo de sistema de energía renovable) para la producción de agua caliente.
La energía solar fotovoltaica también nos permite alcanzar el autoconsumo, aunque para ello necesitaremos una serie de condiciones climatológicas y la instalación de baterías en las cuales acumular la energía no usada para cuando sea necesario (por la noche o cuando no haya sol).
Componentes de una instalación fotovoltaica
- Paneles solares
- Soportes: sistemas fijos y seguidores solares
- Inversor: transforma la corriente continua para que pueda ser usada por la instalación y los aparatos eléctricos.
- Sistemas de protección
- Contadores
Baterías de almacenaje
Energía geotérmica
A nivel doméstico, la geotermia es otra de las energías renovables desarrollada para su uso. En estos sistemas se aprovecha el calor presente en el suelo terrestre para obtener agua caliente.
El aprovechamiento de dicho calor se realiza mediante excavaciones e instalaciones de tubos donde se mueve un fluido que va calentándose. Está claro que, cuanto más se excave, más caro será. Si excavamos unos quince metros la instalación ya será rentable.